Ésta
leyenda se refiere al origen del gorrión y del pecho colorado o estornino
fueguinos.
Hace muchos
años hubo entre los onas un guerrero de corta estatura, pero muy ágil, fuerte y
valiente, que desafió a luchar a todos los hombres de una tribu vecina. Éstos
eligieron como campeón a un gigante de poderosa musculatura que doblaba en
estatura y peso al desafiante.
Llegado el
momento de la confrontación de las dos tribus reunidas rodearon a sus campeones
y comenzó el torneo. El pequeño luchaba magníficamente, cuando de pronto su rival agarró a su rival con una
mano de los cabellos y con la otra del cuello, comenzando a tirar y apretar con
fuerza creciente amenazando ahogarlo.
No por eso
se amilanó el pequeño, antes bien, comenzó a debatirse furiosamente, tratando
de zafarse; en un momento oportuno, propinó a su rival un feroz golpe de puño
en la nariz obligándolo a soltarlo, en tanto la sangre manaba en abundancia.
Cuando se
separaron, el gigante con el pecho manchado de sangre se convirtió en el
hermoso estornino fueguino, en tanto que el pequeño, con su copete y su mancha
en el cuello, quedó transformado en el gorrión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario