Tu esqueleto proporciona soporte a tu cuerpo, protege órganos, produce células sanguíneas y almacena minerales importantes. Sus 206 huesos trabajan con los músculos esqueléticos para permitir
que tu cuerpo se mueva.
Cuando miras un hueso, puede que pienses que no tiene vida. Pero los
huesos de tu cuerpo están vivos. Todos
están formados por tejidos vivos y
sustancias inertes, como los minerales, que son
depositados por las células óseas.
Cuando eras un bebé, algunos de tus huesos eran de un material
flexible, llamado cartílago. A medida que la persona crece, la mayor parte del cartílago
se reemplaza por hueso duro.
Pero todavía tienes cartílago. Mueve la punta de tu nariz o
las partes de arriba de tus orejas. El tejido flexible en esos lugares es
cartílago. Los huesos y el cartílago forman tu sistema óseo.
Los huesos tienen varias funciones. Ellos soportan tu cuerpo
y te dan altura. Los huesos del cráneo y
de la cavidad torácica (entre el pecho y la espalda) protegen órganos
importantes.
Algunos huesos forman nuevas células sanguíneas. Los huesos
también almacenan minerales, tales como calcio y fósforo.
Cuando el cuerpo los necesita, se liberan pequeñas
cantidades de minerales almacenados. Estos mismos minerales endurecen y
fortalecen los huesos.
Como puedes ver en el dibujo, los huesos no son estructuras simples.
Son materia viva, y están hechos de células que forman diversas estructuras.
También hay vasos sanguíneos en los huesos. ¡Lo habrías imaginado!
Además de dar a tu cuerpo forma y soporte, los huesos asimismo
tienen otras funciones que probablemente no las has imaginado. Por ejemplo,
algunos huesos, como los de las piernas y brazos, forman glóbulos rojos
(células sanguíneas). También hay huesos que cumplen una función de protección
de órganos vitales, como lo es el cráneo que protege tu cerebro.
Las costillas protegen a tu corazón y tus pulmones. Los
huesos son estructuras duras que requieren de un mineral llamado calcio para
poder ser fuertes y resistentes. El calcio se encuentra en varios alimentos,
pero es particularmente abundante en la leche y en sus derivados, como el queso
y el yogur.
A medida que la gente envejece, se pierde el
calcio que hay en los huesos. En algunas personas, la pérdida de calcio es muy
alta, desarrollando una enfermedad llamada osteoporosis. En estas personas, los
huesos se debilitan tanto que se quiebran con mucha facilidad.
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