Las plantas necesitan alimento, aire, agua y espacio para
vivir y crecer. Muchas plantas viven y crecen en el suelo. Las cuatro partes
principales de una planta con flores son las hojas, las raíces, los tallos y
las flores.
A diferencia de los animales, las plantas producen su propio
alimento. Las plantas necesitan la luz del Sol para producirlo, permitiendo que
crezcan.
¿Cómo ayudan las hojas a las plantas?
Las hojas ayudan a las plantas verdes a usar el agua, el aire
y la luz del Sol para producir su alimento, que es un tipo de azúcar.
El agua del suelo es absorbida por las raíces, se mueve a través
del tallo y se distribuye a todas las partes verdes de la planta.
Los gases del aire junto a la luz del Sol entran por las hojas
permitiendo que la planta produzca su alimento.
Las hojas ayudan a las plantas de otras formas. También controlan la cantidad de agua que tiene la planta. Si las plantas tienen demasiada agua, las hojas la dejan salir a través de unos agujeros. Una planta puede detener la pérdida de agua cerrando estos agujeros. Las plantas de hábitats secos, como la Suculenta sedum (aloe vera o cactus), tienen hojas con una capa de cera para retener el agua.
Las hojas también pueden evitar que los animales coman las plantas. Algunas pueden ser venenosas, afiladas con espinas o duras para masticar.
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